22/12/21

Limpieza






Escribo de una manera demasiado intermitente como para tener un único método de trabajo: más de una vez me ha sucedido pasar un año e incluso más sin escribir nada. Cuando escribo, no trabajo con regularidad —no tengo horas fijas—, evito únicamente trabajar después de comer, ya que conlleva, inevitablemente, la somnolencia. Empleo mucho tiempo en liberar la mente de mi escritura diaria. Simplemente trato, si estoy escribiendo un relato o una novela, de no espaciar demasiado los días de trabajo, espaciamiento que hace más difícil retomar el relato con el tono exacto en que lo dejé. Prácticamente, nunca hago más de dos horas de trabajo en una jornada; a partir de ahí, necesito salir, o ir a dar un paseo. [...] caminar sirve a menudo para rectificar casi mecánicamente una frase que no me ha dejado satisfecho: produce el efecto de una especie de cernido. La frase, que permanece en mi recuerdo al terminar el paseo —que ha vuelto una y otra vez a lo largo del camino— se ha desprendido a menudo de su peso muerto. Comparándola al volver con la que había dejado escrita, me doy cuenta en ocasiones de que se han producido elisiones afortunadas, un asentamiento, una especie de limpieza.



Julien Gracq



10/7/21

Gestos






Calladamente, en el extremo de la noche
un cuerpo en los gestos del otro
inscribía como suplencia pulsaciones
entre las ruinas enrojecidas
del ámbito general de la carne.



Eduardo Hervás
Perfecto fuego



14/6/21

Vértigo






Hay otra ciudad. Una barriada con laberínticas escaleras mecánicas que conducen a las vías que transportan un funicular-ascensor que se eleva hasta llegar a la mayor altura. Al salir del funicular y antes de acceder al asfalto de la acera de una avenida, se encuentra una especie de "descansillo" desde el cual se contempla una espectacular vista de la ciudad, al fondo su bahía. La mirada se abisma en el vértigo y el deseo de caer que esconde Satán.

5/4/21

Robar



Los poetas inmaduros imitan. Los poetas maduros roban.


T. S. Eliot



2/4/21

Impulso



Hay algo que prolonga y eterniza la acometida, el oleaje, la pulsión, la marea, que todavía intenta nacer, que debe surgir bajo la forma que sea en la luz.

Hay un impulso que se alza incluso en aquel que se lanza a la muerte.


El hombre de tres letras

Pascal Quignard



5/3/21

Vértigo



Christel se adentró en las profundidades más oscuras de sus ojos y bebió largamente del pánico y el vértigo que allí encontró.

 

    - Lo amaré siempre, salvado, perdido... dondequiera que me lleve; sí, para lo que sea... para ser su juguete, su esclava, aunque eso me destruya, aunque no pueda ayudarle.

 

La mirada de Allan vagaba, flotaba sobre ella, perdida, crucificada por un pensamiento lúcido.

 

    - Sí, Christel, usted me ama [...] Usted sólo me ama unido a mi muerte.


Un bello tenebroso

Julien Gracq



4/1/21

Noche




¿Por qué la muerte es la primera noche de la quietud?

Porque finalmente se duerme sin soñar.

 

La primera noche de la quietud

Valerio Zurlini