San Juan
[...] la belleza no es nada / sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces / de soportar, lo que solo admiramos porque serenamente / desdeña destruirnos [...]
Rainer Maria Rilke
Primera elegía de Duino
Allí donde acaba la soledad comienza el mercado; y donde comienza el mercado, allí comienza el ruido de los grandes comediantes y el zumbido de las moscas venenosas.
Friedrich Nietzsche
Nos hundimos en la mediocridad por desesperación de lo bello que hemos soñado.
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La desesperanza de lograr la belleza con la que hemos soñado lleva a refugiarse en la mediocridad.
Gustave Flaubert
La educación sentimental
... observar un pájaro me hace sentir bien. Si reencarnara me gustaría volver a vivir como un zopilote. Nadie le odia, ni lo envidia, ni lo quiere, ni lo necesita. Nadie se mete con él, nunca está en peligro y puede comer cualquier cosa.
William Faulkner
James Joyce, Ulises
Hay algo que prolonga y eterniza la acometida, el oleaje, la pulsión, la marea, que todavía intenta nacer, que debe surgir bajo la forma que sea en la luz.
Hay un impulso que se alza incluso en aquel que se lanza a la muerte.
El hombre de tres letras
Pascal Quignard
Christel se adentró en las profundidades más oscuras de sus ojos y bebió largamente del pánico y el vértigo que allí encontró.
- Lo amaré siempre, salvado, perdido... dondequiera que me lleve; sí, para lo que sea... para ser su juguete, su esclava, aunque eso me destruya, aunque no pueda ayudarle.
La mirada de Allan vagaba, flotaba sobre ella, perdida, crucificada por un pensamiento lúcido.
- Sí, Christel, usted me ama [...] Usted sólo me ama unido a mi muerte.
Un bello tenebroso
Julien Gracq
¿Por qué la muerte es la primera noche de la quietud?
Porque finalmente se duerme sin soñar.
La primera noche de la quietud
Valerio Zurlini
Creo saber de quién es este bosque.
Su casa queda en el pueblo vecino;
no me verá pararme en el camino
a contemplar la nieve caer.
Mi caballito creerá que es extraño
que me detenga donde no hay una casa;
aquí entre el bosque y la helada laguna,
en la noche más lóbrega del año.
Sacude las campanillas del arnés
para saber si estoy desorientado.
No hay otro sonido que el rumor
del viento dócil y el de los copos blancos de la nieve.
Del bosque bello, lóbrego e inmenso he de partir.
Tengo promesas que cumplir
y mucho por andar antes de dormir.
Y mucho por andar antes de dormir.
Robert Frost
Escribe:
"Te gustará saber que el boliche pirata es una corte de frikis. Para sobrevivir, ahora también venden estadios y aviones para armar. Uno de los feligreses es un viejo fantástico que te cuenta sus suicidios. 'Cada tanto se suicida y desaparece', me dice el empleado a cargo. Se retira del mundo por épocas, por períodos. Ya se suicidó ocho veces".