3/2/19

La soledad del espacio literario




"A Blanchot no le importaba comenzar un texto situándose en el apartado terreno de la soledad. Es un desafío extremado comenzar 'escribiendo la soledad' o poniendo en duda que sepamos algo acerca del arte aun cuando sintamos, si es posible, un atisbo del significado de la soledad. La experiencia del 'espacio literario' no se resuelve en un lugar confortable y cálido, un cobijo bien dispuesto. Al contrario, la literatura no disimula el estigma que acoge: la desgracia de lo infinito. "La soledad que alcanza el escritor mediante la obra se revela en que ahora escribir es lo interminable, lo incesante" (1). También escribir es romper el vínculo que una la palabra a mí mismo, cancelar todo dispositivo de autoridad, recurriendo a un lenguaje que está descentrado: carece de origen y destino conocido. Blanchot muestra la empresa paradójica del escritor: si acepta el poder de decir su soledad, disuelve su identidad. La obra se despide y aparta del que la escribió. Sin embargo, no será el texto un mutismo impotente, sino un espacio que acoge la 'tensión del lenguaje'. "Escribir es hacerse eco de lo que no puede dejar de hablar. Y por eso, para convertirse en eco, de alguna manera debo imponerle silencio" (2). Este silencio está plagado de murmullos, de formas veloces, de imágenes en las que el lenguaje profundiza en su dimensión imaginaria. La intimidad del callarse, la decisión de desaparecer del escritor son el último resquicio que puede nombrar como suyo, también son la prueba de su honestidad.

1. Maurice Blanchot, "El espacio literario".
2. Íb.


Fernando Castro Flórez, Presentación de "El baño de Diana", de Pierre Klossowski.